Por Tania Valencia
En un modo de vida agitado, casi de «supervivencia», nos hemos olvidado de encontrar nuestro verdadero ritmo interno.
Cuando nos forzamos a seguir agendas externas sin tomar en cuenta nuestra hora, ritmo y tiempos de poder, aceptamos poco a poco desconectarnos de nuestra esencia, de nuestra huella única en nuestro camino por esta tierra, y enfermamos.
A veces no nos tomamos el tiempo para mirarnos, respirar, y encontrar paulatinamente nuestro verdadero ritmo de vida -ese que se sintoniza con la esencia de nuestro corazón, entonces comenzamos a fluir con todo lo que es, y cultivamos vitalidad, nos permitimos danzar con la vida.
Cada una de nosotras posee un ritmo propio, una huella única en nuestra danza personal por este mundo, es importante que volvamos a conectar con el equilibrio y la armonía que nos habita, y que en nuestra creencia de «paso veloz» se ha vuelto sólo un murmuro.
A través de la meditación podemos mejorar nuestra calidad de vida. A veces las personas queremos encontrar recetas mágicas hasta que se presenta la enfermedad, pero la salud se cuida diariamente, los achaques aparecen como consecuencia del descuido y hasta que no caminamos hacia la polaridad del malestar es que valoramos nuestro bienestar.
Así como diariamente nos bañamos, también la parte interna requiere de limpieza, nuestra mente se va convirtiendo en un cuarto de tiliches porque no organizamos nuestros pensamientos, al igual que el corazón no ordena emociones.
Puedes retomar tu ritmo y verás que es una rutina fácil y sencilla, y así aunque el universo externo sea tremendo mostrándote aprendizajes fuertes, tu universo interno estará preparado para cualquier situación.
Como es afuera es adentro y como haces una cosa haces todo, además de que lo ejecutamos con las herramientas con las que contamos.
En los cursos algunas mujeres me comentaron que quieren cambios radicales en su vida, pero recuerda que es un proceso y si no estás dispuesta a dar un poco de tu tiempo para ello es que no tienes la intención de hacerlo y es mejor que dejes de presionarte con algo que es mental pero no hay voluntad de llevarlo a la práctica.
No te invalides, simplemente inicia el proceso y hazlo conscientemente.
Con 30 minutos previos puedes ayudarte, no tienen que ser de jalón, lo ideal es así, pero también dosificar durante el día es una opción, buscar de a 10 minutos cada 6 horas, porque a veces la rutina nos jala.
Hay dos clases de personas en el mundo: las que tienen resultados y las que tienen excusas. Únicamente los resultados cuentan.
Aquí una rutina diaria que puede llevarte a obtener excelentes resultados.
Mi Ritual Diario
- Sonríe, estírate, respira y toma agua.
- Mueve tu cuerpo, camina, danza, brinca, etc.
- Haz afirmaciones de como será tu día.
- Empodera tus emociones, canta, agradece, medita.
- Alimenta tu mente, lee por lo menos 10 horas de un libro que te guste.
- Planea tu día.
- Haz una revisión de lo que lograste ayer.
- Toma acción.