Educar emocionalmente desde la primera infancia es validar las emociones, empatizar con los demás, ayuda a identificar y a nombrar lo que se está sintiendo, poner límites, enseñar formas de expresión y de relación con los demás, quererse y aceptarse a uno mismo, respetar a los demás y proponer estrategias para resolver problemas. Además de establecer tolerancia a la frustación. Martha Corona, mentora de mamás, nos platica cómo hacerlo.