El estrés, así como los trastornos de ansiedad, no entienden de géneros, de estatus o edades. Sin embargo, lo que sí sabemos es que el modo en que afecta el estrés a las mujeres difiere en varios aspectos al de los hombres. Sus respuestas emocionales son distintas, así como la sintomatología física, la cognitiva, la hormonal, metabólica, etc.
“El estrés, a menudo, disminuye la resistencia inmunitaria provisionalmente con un fin: conservar la energía necesaria para hacer frente a una situación que parece amenazadora para la supervivencia del individuo”.
-Daniel Goleman-
Todos somos susceptibles de padecer estrés, pero cada sexo parece experimentarlo de un modo particular. De hecho investigaciones de la Universidad de Cambridge señalan que 4 de cada 100 personas sufre algún tipo de estrés (agudo o crónico). Además, los trastornos de ansiedad tienen una incidencia mayor en la mujer; sin embargo, y aquí viene sin duda el dato interesante, las mujeres también acaban -por término medio- manejando mucho mejor estos estados que el género masculino.
Unos datos que a su vez deben hacernos reflexionar para entender mucho mejor el impacto del estrés en nuestras vidas. Son los siguientes:
- Las mujeres son más sensibles al estrés que los hombres. Que estos sea así no es capricho ni casualidad, sino que hay unas causas biológicas detrás. La doctora Rita Valentino, neurocientífica conductual, publicó un artículo en la revista Molecular Psychiatry donde explicar que el estrés impacta antes en la mujer debido a que es más sensible a la hormona cortisol, la cual genera cambios bioquímicos y fisiológicos más rápido que en los hombres.
- Más de la mitad de las mujeres encuestadas señalaron que en los últimos 5 años su estrés ha aumentado.
- Para los hombres la fuente de estrés es el trabajo. Para las mujeres es la economía, la familia, la falta de tiempo…
- Las mujeres experimentan una sintomatología mayor, la cual abarca desde síntomas físicos a síntomas cognitivos y emocionales.
- Asimismo, las mujeres suelen percibir antes su estado de estrés o ansiedad que los hombres. Además, se apoyan de forma significativa en sus amistades para lidiar con esos estados, y además, son también quienes suelen pedir antes ayuda profesional.
- Los hombres, por su parte, tardan más en reconocer su estrés. Por si esto no fuera poco, no le dan importancia a estos estados. Por término medio suelen llevar en silencio esa carga y carecen de menos estrategias para hacer frente al estrés.
A pesar de que la mujer tiende a presentar un umbral más vulnerable hacia el estrés, suele reaccionar antes y dispone a su vez de valiosos recursos para afrontarlo: busca ayuda, lo reconoce, lo comunica…
No obstante, eso sí, no podemos pasar por alto un hecho evidente. La gran sintomatología femenina asociada al estrés. Es la siguiente:
- Insomnio.
- Caída del cabello.
- Brotes de acné.
- Irregularidades en la menstruación.
- Cambios en el metabolismo: aumento o pérdida de peso.
- Disminución de la fertilidad.
- Riesgo de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.
- Según un estudio llevado a cabo en el departamento de Psicología de la Universidad de Michigan, las mujeres tienen mayor riesgo de sufrir una depresión.
- Problemas digestivos: úlceras, intestino irritable.
- Sistema inmunitario debilitado.
- Reducción del deseo sexual.
Concluyendo es vital reconocer los generadores de estrés en nuestra vida e identificar los síntomas en caso de tenerlos. Dado que muchas ocasiones tendemos a normalizarlos, sin darnos cuenta del daño que nos estamos haciendo.
Para ello te invito a que empieces a buscar actividades de desahogo, que te ayuden a relajarte y bajar los niveles de presión a los que estás expuesta.
Con información de la Mente es Maravillosa.